
EMILIO MENDEZ PEREZ
Los lugares donde sí sabemos que llegaron muchos torrejoncillanos, están repartidos por la geografía nacional, e internacional, y el personaje que nos ocupa, es una muestra más de la exportación de grandes y relevantes personalidades que Torrejoncillo ha proporcionado al mundo científico.
La emigración torrejoncillana provocó una despoblación, forzada por la búsqueda de nuevos horizontes económicos que pudieran mitigar los problemas generales que la historia española, y la torrejoncillana no menos ajena, han sufrido a lo largo de su finita existencia.
Si otrora Torrejoncillo fue cuna industrial de artesanía, actualmente es lanzadera de figuras insignes en el panorama mundial, como este personaje que hoy desgranamos.
A pesar de que su nacencia se produjo en tierras catalanas, sus padres son oriundos de Torrejoncillo y emigrados como otros muchos en busca de una vida mejor. Y tanto mejor lo fue, que por supuesto hay que darles la enhorabuena, por haber canalizado su propósito y entrega hacia Emilio, proporcionándole un camino formativo, profesional, investigador exitoso, científico, incólume y brillante, y el empuje adecuado para estimular su desarrollo personal, superación encadenada, y creación insigne y personalizada de un físico reconocido y admirado en fronteras de ámbito internacional, que le valió un reconocimiento especial al recibir el Premio Príncipe de Asturias en 1998.
Son bastantes los familiares de Emilio que aún viven en Torrejoncillo, y que son portadores de un testimonio directo, vivo, de alguien que, para muestras claras de la importancia de su personaje, dejamos libre el descubrimiento de su historia a través de la definición de la Enciclopedia Encarta. A pesar de que no solemos ver a Emilio por Torrejoncillo, es comprensible por la vorágine en la que está envuelto en su vida intensamente enriquecedora a nivel técnico y tecnológico, fruto de su importantísimo trabajo. Esperamos que esta brizna de recuerdo, y mención significativa, le transmitan a Emilio el cariño de su pueblo, porque de él desciende, y así se lo traslada.
“Emilio Méndez Pérez (nacido en 1949), físico español galardonado en 1998 con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica por sus descubrimientos experimentales en el campo de la electrónica.
Nació en Lleida (Cataluña), se doctoró en Física por el Instituto Tecnológico de Massachussets (EEUU). Ha trabajado dieciséis años como investigador en el laboratorio Thomas J. Watson de la empresa IBM. en la actualidad es catedrático de Física de la Materia Condensada en la Universidad del Estado de Nueva York y es autor de importantes patentes en dispositivos electrónicos.
La investigación de Emilio Méndez se ha centrado en la fabricación y caracterización de los materiales sólidos que se utilizan en los procesos de alta tecnología. Uno de sus trabajos mas importantes es el que se refiere al efecto de los campos eléctricos en las propiedades de los semiconductores, sobre todo la demostración del llamado efecto Stark en pozos cuánticos. Otra de sus aportaciones ha sido el estudio del efecto túnel resonante”.
MALM