
Ocho orejas y dos rabos
Ocho orejas y dos rabos, este fue el resultado de la novillada del sábado. No fue el único aspecto positivo a destacar, también la magnífica respuesta del pueblo ante un festejo único, casi 3/4 de la plaza se cubrieron, era de grandes dimensiones, en una tarde perfecta para los toros, soleada ni frío ni calor y lo que es más importante sin una pizca de aire que tanto molesta a los toreros.
Por lo tanto un ambiente festivo el que se encontró el torero, que tuvo que saludar en el tercio antes de empezar la lidia de los seis novillos, donde estuvo muy variado con el capote en los lances de recibo, muy torero a la hora de llevar el toro a los picadores, gran puyazo el del quinto toro (el de la chaquetilla verde), y muy torero con la muleta., gran mano izquierda y mucha efectividad con la espada, solo un pinchazo. Todo esto le llevó a conseguir las ocho orejas y los dos rabos, en las vuelta al ruedo le «llovieron» desde las típicas botas de vino, flores y otras no tan típicas como un gallo de pelea y alguna zapatilla…
Pero no conviene olvidar, dentro de tanta euforia ante el triunfo en su despedida como novillero, que esto no es más que un empujón importante en su carrera hacia la alternativa. Que una vez que la tome, no se llega la cumbre y la competencia en las ferias es aún más importante en el escalafón superior y que tendrá que seguir luchando y entrenado mucho, porque como hasta ahora, no le van a regalar nada.
Así que mucha suerte torero!!
PD: Hacer referencia a la gran organización del festejo, destacando al espléndido equipo de areneros.
Toreros estupidos que los hagan sufrir a ellos!
Pajar no te pasan ni una.
Eso te pasa por pedante.
Si, y ahora contesta en aleman.
¡Pajar! En castellano el signo de apertura de una exclamación es «¡»; y el de una interrogación, «¿».
!Enhorabuena para Emilio! Esperamos ansiosos su alternativa.
PD: expléndido (espléndido, verdad?) reportaje.