¿Experiencia laboral?

En los últimos años he rastreado y estudiado con paciencia cientos (o miles) de ofertas de trabajo y he visto de todo: algunas muy buenas y otras… otras no tanto.

Sin embargo bajo el 90% de ellas existe un denominador común: la experiencia. Hoy por hoy, es muy difícil que una persona sin experiencia previa alcance el puesto de trabajo que persigue, ¡y lo cierto es que ya te la piden para casi todo! Para trabajos cualificados y no cualificados.

Es cierto que la experiencia es un grado, y eso el empresario lo tiene en cuenta. Pero también es verdad que en la vida siempre, siempre, hay una primera vez. Para todo. Y creo que todo el mundo se merece una oportunidad. O dos. O las que hagan falta. Y creo firmemente que alguien “sin experiencia”, pero bien formado y con muchas ganas de trabajar puede hacerlo tan bien como cualquiera. Vale que no tenga la misma destreza, la misma práctica, pero tranquilo, ¡nadie nace aprendido!

Cuando me hablan de todo esto, me acuerdo del Museo del Prado y la Guerra Civil Española. ¿Qué tendrá que ver, verdad? Pues algo. Veréis. Durante los primeros meses de guerra, fueron muchos los voluntarios que se ofrecieron para salvar las obras de arte del Museo del Prado. Muchos de estos voluntarios eran personas sin experiencia previa en esta labor de traslado y salvamento de cuadros y esculturas. Sin embargo y gracias a la labor de estos “inexpertos trabajadores” hoy podemos contemplar las obras de Rubens, Velázquez, Goya, El Greco o Tiziano, ¡y todo ello con aviones sobrevolando el cielo de Madrid y bombardeando a escasos metros de sus cabezas!

Por lo tanto, creo que conviene dejar de darle tanta importancia al tema de experiencia, una palabra que me resulta fría, seca, tajante, autoritaria. Dejar de darle importancia no sólo en el mundo laboral, sino en cualquier otra circunstancia de la vida, y empezar a valorar a las personas no por lo que han sido o por lo que son, sino también por lo que pueden llegar a ser.

Manuel Torres Canalo