Torrejoncillo celebró un año más el Día del Trabajador

«Camina y el mundo caminará contigo. Detente y el mundo caminará sin ti. Tú decides…»

Alguien dijo alguna vez que peor que la gente que no sabe hacia dónde va es la gente que se olvida de dónde viene. Tal vez por eso varias decenas de torrejoncillanos se unieron como cada año el día 1 de mayo para conmemorar a todos aquellos familiares, amigos y compañeros que han luchado, luchan y lucharán en favor del «derecho al trabajo y a un trabajo con derechos». Se trata de una convivencia serena, y reivindicativa, sí, pero serena al fin y al cabo, donde las pancartas, las banderas, la música o la palabra son los medios para conseguir un fin: justicia obrera, o lo que es lo mismo: respeto, dignidad, igualdad, solidaridad y libertad. «Porque al fin y al cabo y simplificando, -dice Pepe Mujica- es cortar el tocino un poco más grueso en favor de los más necesitados»

La mañana comenzaba con la macha por las calles de la localidad, como bien manda la tradición. A la altura de la calle Francisco Moreno, que dicho sea de paso fue un alcalde republicano de nuestro pueblo fusilado al comienzo de la Guerra Civil, se conmemoraba a todos los obreros que dieron su vida por defender sus derechos. Una vez terminada la marcha y ya en los aledaños de la Casa del Pueblo, varias personas tomaron la palabra para poner voz a los sin voz y poner en tela de juicio algunas situaciones laborales por las que está atravesando la clase trabajadora en los últimos años. Además se informó que a la entrada del cementerio se habían depositado varios claveles rojos en recuerdo de todos aquellos paisanos que año tras año participaban en el «Día del Trabajador» y que hoy ya no están con nosotros.

Alrededor de la 1 del mediodía se ponía el punto y final con un convite en la Casa de Cultura de Torrejoncillo, donde no faltó el buen ambiente entre compañeros y compañeras. Se aprovechó el momento para homenajear al asistente de mayor y menor edad: Félix Gil, de 89 años y David Cano, de 5 meses. Con el «Canto a la Libertad» de José Antonio Labordeta se despidieron todos los allí presentes hasta el próximo año, porque si algo tienen claro los manifestantes del 1º de mayo es que en esta vida la única lucha que se pierde es la que se abandona.

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