Torrejoncillanos por el Mundo, destino Japón

El Estado de Japón (significado literal: ‘el país del origen del sol’), es un país insular del este de Asia. Está ubicado entre el océano Pacífico y el mar del Japón, al este de China, Rusia y la península de Corea.

Las principales islas de Japón son Honshū, Hokkaidō, Kyūshū y Shikoku, que forman el 97% de la superficie total del país, y por otras 6.848 islas menores adyacentes. Tiene una población de 127 millones de personas, la décima más numerosa del mundo. El área metropolitana de Tokio, que incluye a la ciudad capital de Tokio y las prefecturas de sus alrededores, es el área urbana más grande del mundo en términos de población, albergando a más de 30 millones de habitantes. Es el segundo país más poblado de Asia Oriental, después de China.

Las islas de Japón estuvieron habitadas desde el período Paleolítico superior. Las primeras menciones escritas acontecieron de manera breve en libros de historia de China del siglo I. La influencia del mundo exterior seguida de largos períodos de aislamiento ha caracterizado la historia de Japón. Desde que se adoptó una constitución en 1947, la forma de gobierno de Japón ha sido la de una monarquía constitucional, con un emperador y un parlamento elegido, conocido como la Dieta.

Conocido como «La tierra del sol naciente», es una de las mayores potencias económicas del mundo. Es miembro de la Organización de las Naciones Unidas, G8, G4 y APEC. También es el sexto país exportador y el octavo importador.

Y allí nos encontramos a una paisana mas, de madre torrejoncillana, Carmen Rodrigo, y padre conocido popularmente en el pueblo como Juan “El Arquillejo». Ella es Miriam Reimúndez “La Arquilleja”. Su familia fueron colonos de la conocida “Saucera o Sauceda”, descendientes de labradores hasta que emigraron a Madrid haya por los años 70.

Ella ha estado en Tokio, en la región de Kanto, Japón. Japón es un archipiélago compuesto por cuatro islas principales y unas 6.800 islas más pequeñas, esparcidas a lo largo de unos 2.100 km. desde la Siberia oriental al norte, hasta cerca de Taiwan al sur.

Varias son las veces que Miriam ha estado allí, la primera vez seis meses y la segunda cuatro, en distintas ciudades como Osaka o Kioto, siempre dando clases de flamenco en una academia y compaginándolo con sus actuaciones.

Últimamente nos visita muy asiduamente ya que ha cumplido su sueño de tener una casita en “el rabo de la sartén”; suele venir en fiestas como La Encamisá, toros, romería y cuando su trabajo se lo permite.

Entre sus proyectos está seguir viajando a Japón por temporadas, incluso ha recibido ofertas para enseñar su arte en Rusia ya que allí se siente muy valorada por su trabajo, pero tiene muy claro que volvería a España.

¿Qué nos recomienda visitar si vamos a Japón?  El Monte Fuji, el volcán más famoso de Japón, es maravilloso. Se ve desde Tokyo, lleva años dormido y está rodeado de cinco lagos, fruto de sus antiguas explosiones. Es espectacular.

Miriam nos cuenta que los japoneses, en particular, tienen una atracción enorme hacia España y hacia el flamenco. Les vuelve locos nuestra comida y les encantan nuestras tradiciones pero, en lo negativo, piensan que los españoles somos un poco vagos, informales y muy tunantes a la hora de engañar; tenemos un poco de mala fama y para ellos España es un país peligroso ya que en Japón nadie roba, es un país muy seguro.

En Japón trabaja como una japonesa, es decir a tope, y su vida al igual que la de ellos se centra en el trabajo. Sin embargo, cuando dispone de tiempo libre intenta desconectar y hacer turismo; aprovecha para conocer sitios nuevos en Tokio y alrededores, ya que sólo libra un día a la semana con lo cual no puede hacer grandes distancias. Se pierde en las mil y una tiendas locas de Tokio, le encanta ir a sus tiendas de 100 yenes, que son los famosos 20 duros de aquí, que tienen de todo y de muchísima calidad, donde aprovecha para comprar regalitos.

Anécdotas, son varias las que le han ocurrido, esta podría ser una de ellas:

«Siempre que te encuentras a algún español o escuchas hablar español te da una alegría inmensa que alguien te entienda, sientes que te duele el alma al estar tan lejos de tu país. En este viaje, por mediación de unas amigas, he conocido en Tokio a un profesor del instituto Vía Dalmacia de Torrejoncillo, lo que me ha dado una profunda alegría, He estado haciendo turismo con él, pero cuando llegó la hora de separarnos sentí una profunda tristeza, porque él volvía y yo me quedaba. He vivido terremotos y tifones, los terremotos han sido muy pequeños, de 3,5 grados, pero lo suficiente para que tiemble todo e incluso alguna cosa se caiga de la mesa; es impresionante y me da pánico. Mis amigas se ríen de mí, ellas están acostumbradas, esos temblores para ellos no son nada, pero a mí de verdad que me impresiona mogollón. A veces de noche me ha despertado el temblor y uff, me quedo paralizada, no reacciono.»