El hallazgo de un parachoques reactiva la búsqueda de Andrés Fernández
La Ertzaintza localiza en Kobaron restos que podrían pertenecer al vehículo de Andrés Fernández, visto por última vez hace 21 días
La desaparición de Andrés Fernández Arias, el vecino de Portugalete, natural de Torrejoncillo (Cáceres), de 68 años que fue visto por última vez el pasado día 10, ha dado un vuelco en las últimas horas después de que la Ertzaintza descubriera en un paraje de Kobaron parte de un parachoques que podría pertenecer al Renault 21 que conducía. Fuentes de la investigación y de la familia han confirmado a este periódico que los restos localizados se corresponden con el modelo y año del automóvil que pertenece al desaparecido. El hallazgo ha reactivado su búsqueda por tierra y mar, que ahora se centra en esta zona donde la costa dibuja fuertes acantilados.
Fue el pasado miércoles cuando, en una de las tareas de rastreo que se llevan a cabo, agentes de la Ertzaintza dieron con una pieza que podría ayudar a solucionar el intrincado rompecabezas que supone la desaparición súbita y sin motivo aparente de Andrés Fernández, zapatero remendón con taller en Sestao, feliz padre de familia y abuelo de cuatro nietos.
Lo último que se sabe de él es que su teléfono móvil se apagó en Kobaron sólo media hora después de que un testigo le situara sobre las dos menos cuarto de la tarde del 10 de diciembre en su puesto de trabajo. Y ha sido precisamente esta señal que recogieron los repetidores de la zona la que ha permitido centrar la búsqueda en esos parajes y dar finalmente con la pieza que podría pertenecer al coche del desaparecido en un punto de la carretera que bordea los acantilados que se abren desde la playa de La Arena, en Muskiz. Fuentes de la investigación han apuntado que la maleza del arcén estaba aplastada, como si algo de mucho peso hubiera pasado por encima.
A la luz de estos datos, la hipótesis que maneja ahora la Policía es que, por motivos que se desconocen, Andrés perdiera el control de su coche y se precipitara al mar. Por ello, buzos de rescate están a la espera de que mejoren las condiciones climatológicas para proceder a examinar la costa en esa zona. Las mismas fuentes aseguran que el paisaje formado por abruptos cortes verticales donde baten las olas con fuerza va a dificultar las tareas del equipo de submarinistas. Por eso se ha optado por la prudencia y la espera.
La familia ha asegurado a este periódico que a Andrés Fernández le gustan mucho los paisajes de Muskiz y Kobaron, que solía visitar con su mujer algunos fines de semana. De todas formas, su yerno y portavoz familiar, Unai Olabarrieta, sigue sin explicarse por qué este hombre, de costumbres fijas, que el día de su desaparición sólo tenía que haber ido a comer a su cercano domicilio en el barrio portugalujo de Abatxolo, decidió de repente darse una vuelta por la costa.
La Ertzaintza ha indicado que, a pesar de este inesperado giro, la búsqueda a nivel nacional de Andrés Fernández continúa adelante para poner fin a un drama humano que ha dejado conmocionadas a muchas personas y ha golpeado duramente a su familia. Cualquier pista sobre su paradero se puede comunicar en el siguiente teléfono: 672380833.
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Fuente: elcorreo.com
