El torrejoncillano Pedro Lobato deja la política después de 20 años de alcalde en Etxabarri (Vizcaya)

La Voz del Pueblo, una formación independiente y apolítica, surgió en Etxebarri en los 90 y sigue siendo hoy en día un referente para colectivos vecinales de otros municipios que, hartos de los políticos convencionales, se erigen en alternativa. En este tiempo han demostrado que los ciudadanos también saben dirigir un Ayuntamiento. Su cabeza visible, y uno de los impulsores de la idea, abandona el cargo de alcalde tras estos 20 años. Pedro Lobato volverá a su puesto de maestro, que dejó para cambiar un municipio deteriorado, marginal y con una alta tasa de paro.

–¿Qué es lo mejor que se lleva de estos años?

–La satisfacción de los vecinos cuando hablan de lo que ha mejorado Etxebarri y la buena imagen del municipio en toda Vizcaya.

–¿Y lo peor?

–La falta de nobleza y veracidad que existe en la política. El deterioro de la imagen del político, por culpa de unos pocos. Y no me refiero sólo a los que se aprovechan del cargo, sino a la descalificación continua del adversario. Los enfrentamientos partidistas pueden tener resultados electorales pero impiden o ralentizan la consecución de mejoras que la sociedad demanda.

–¿No tiene miedo a dejar un cargo que ha ocupado 20 años?

–En absoluto, sólo cierta preocupación por el paso de la hiperactividad y el estrés permanente a la relajación que me dará no estar pendiente de la agenda. Veré los asuntos municipales como un componente más de mi grupo, pero con menos responsabilidad y presión.

–¿A qué se dedicará?

– En junio me incorporo a mí puesto de profesor y me jubilaré unos meses después. Luego pienso dedicar mi tiempo libre a mi familia y a mis hobbys: pintura, fotografía, practicaré natación….

–Volvamos al principio ¿Cómo aceptó ser alcalde y por qué?

–Una multitudinaria asamblea decidió que era necesaria una candidatura independiente para combatir el grado de abandono y deterioro social del barrio de San Antonio. Me votaron para encabezar las municipales de 1991 y casi logramos mayoría absoluta. Luego tres legislaturas más con 9 concejales y en esta última tenemos 10 de los 13 que conformamos la Corporación.

–¿Es difícil mantenerse en el poder, siendo una formación independiente y apolítica, durante 20 años en este clima tan politizado?

–Creo que si es difícil, al menos a mi me ha costado mucho. Para que los votantes te mantengan su apoyo debes mostrar cercanía, ponerte a su servicio y ser serio en el trabajo. Y en la refriega política partidista debes mostrar claramente que eres independiente, manteniéndote al margen y defendiendo en las instituciones sólo los intereses de tus vecinos.

–Ha sido un hueso duro de roer…

–No creo que desprenda esa imagen. Con las instituciones he colaboradodesde una postura siempre constructiva y vigilante para conseguir ventajas para mi municipio. Como me he mantenido ajeno a las disputas políticas, creo que no dejo enemigos, al contrario.

–Dicen que hasta dio lecciones en el Consorcio de Transportes.

–Yo sólo he dado clases cuando he ejercido de profesor. En política me he limitado a trabajar centrado en los intereses de Etxebarri y he usado el sentido común que a otros, en algunos momentos, les ha faltado.

–¿Qué le falta a los políticos?

–Al que gobierna imaginación y ganas de trabajar para transformar la sociedad. Y el que está en la oposición debe dedicar tiempo y esfuerzo para hacer una crítica fundamentada al que gobierna y no votar siempre en contra. La oposición también puede rentabilizar los apoyos prestados si los sabe vender.

–Los partidos independientes, ¿son una alternativa real?

–Es una opción que gana adeptos. Ciudadanos que tomen la iniciativa de canalizar el descontento popular. Cuando empecé, en 1991, era el único alcalde independiente y ahora somos 39 en Euskadi. Bien comunicado

–Etxebarri es hoy uno de los pue blos mejor comunicados

–Hay hitos que responden a la propia ubicación del municipio. Sí debemos atribuirnos algo es la llegada de la Línea 1 del Metro seis años antes de lo previsto, que la Línea 3 tenga un ascensor a San Antonio y, sobre todo, el Etxebarri Bus.

–¿Qué otros aspectos destacaría de su gestión en estos 20 años?

–Hemos construido casi un millar de viviendas protegidas. Y la promoción de la convivencia en el pueblo con la construcción del polideportivo, campos de fútbol, piscinas, ludotecas, zonas de juegos infantiles y una amplia oferta de actividades culturales y deportivas.

–¿Le queda algo por pedir?

–Sólo que Diputación acometa las obras ya proyectadas de soterramiento de la N-634. Aunque de pedir nunca se acaba pues tenemos muchos proyectos pendientes.

–¿Y por hacer?

–El nuevo Ayuntamiento, muy necesario, pero que la crisis ha pospuesto. No era momento de gastar una millonada cuando las familias pasan apuros.

–¿Le preocupan las consecuencias electorales de su marcha?

–Me voy tranquilo dejando un buen proyecto y un buen timonel para gobernar el barco. Confió plenamente en Loren. Además, yo no desaparezco, estaré siempre a disposición de mi grupo.